miércoles, 4 de marzo de 2009

Creative juices begin to flow again

Algo te pica. Te incomoda. Necesitas sacártelo de tu sistema porque se siente correr por tus venas. Empiezas a juguetear con ello, a darle vueltas, a mirarlo por todos lados. Cada vez crece más hasta que tienes que convertirlo en algo tangible. Entonces enfocas toda tu atención en ello. Ya no existe nada más aparte de eso. Te obsesiona, incluso llegas a odiarlo por momentos. Te preguntas por qué diablos te metiste en eso. Te desgasta, te drena de energía y al final quedas exhausto. Quieres olvidarte de ello, pero igual no puedes. Si acaso bajas el ritmo, porque tienes que acabar de pulirlo después de haber creado algo medianamente coherente. Y continúas. Todo lo demás se te olvida. Esto es tu centro ahora. Luego lo terminas. Te preguntas si no es un poco absurdo meterse en problemas para resolverlos y creer que haces algo valioso. Pero parece que a la gente le gusta. Y para qué, a pesar de todo encuentras que eso define tu vida. Y que a pesar del sufrimiento y el encarte de embarcarte en una empresa descabellada... vale la pena.

Pero el dique queda seco. Parece que ya no tienes nada qué decir. Bajas a la tierra de nuevo y, aunque no lo sabes, estás recargando baterías. Por dentro el desorden empieza a acumularse de nuevo. Hasta que, otra vez, tomas notas, te abstraes en las nubes y la incomodidad empieza otra vez.

Y en esas estamos. Y por eso, luego de parecer Desaparecido en Combate, otra vez aquí estamos.

2 comentarios:

Mariana dijo...

En este post insunuaste que ibas a escribir cosillas, y mirá.
:p

Dr. Calamar dijo...

Me demoré, pero volví.
:p