martes, 30 de diciembre de 2008

Un escargot

Un limmerick que escribí hoy en la mañana. Nada fuera de lo normal, pero a mí me gustó.

UN ESCARGOT

On the evening of May the 23rd
something happened I'd never heard:

a curious snail managed to crawl
alone, inside a very old hall

that had been closed for too much time
for it was once the place of a gruesome crime.

But he was brave and had no fear
and of course he'd never shed a tear.

He never looked behind his back,
his courage never showed a crack.

He entered alone inside the room
and it was filled with so much gloom

enough to make anyone shiver
and pour and sweat just like a river.

He slipped across the wooden floor
watching carefully the wall decor.

And when he was about to reach an armor
standing tall inside a glass door,

the lights went up, a ball began
and the poor snail just couldn't run!

He couldn't move, he was scared stiff,
like an old lady a step before a cliff.

He tried to hide inside his shell
but it was about to be unleashed hell,

and with a crunch, and a loud squish
he became something, he didn't wish.

Another crime had been committed
but no one would ever had admitted

that some snail's entrails over the parquet
were more than a nuisance for a nice soiree.

viernes, 26 de diciembre de 2008

La primera Mixtape

La primera mixtape que hice en Mixwit, antes de ser miembro y todo. Twee pop sencillo para... para eso: para mirar las nubes junto a una niña linda.

Me pareció bonito rescatarla del olvido, para que la escuchen oídos distintos a los que estaba dedicada en un principio.


Mixwit make a mixtapeMixwit mixtapes

martes, 23 de diciembre de 2008

It's Christmas

Cuando era niño los días de espera para que fuera Navidad se hacían interminables. La expectativa de ver los regalos acumularse, el suspenso de ignorar qué había dentro de los paquetes, la familia que se reunía para abrir regalos y pasar un buen rato...

Ahora todo es distinto. El 24 es simplemente un día más. ¿Mañana? Quién lo diría, porque no siento nada distinto al resto de días. Mis abuelos hace rato murieron, la familia se dispersó, las tradiciones cambiaron, los regalos ya no son sorpresas porque con gustos tan raros, es difícil que acierten a dar en el blanco conmigo.

En fin, nada será diferente mañana en la noche. Tendré zapatos nuevos, claro, y quién sabe, alguna bobada que mis padres se inventen, pero no mucho más. No me importa mucho tampoco. No soy de los que odia la navidad, pero tampoco le veo demasiada gracia.

Tal vez debería pasármela viendo un maratón de pelis raras, pero cuántos me lo patrocinarían...

lunes, 22 de diciembre de 2008

Life can be sweet when people like you are around

You always make me feel so great, like when I listen to songs like this...



Is There a Ghost?, Band of Horses

domingo, 21 de diciembre de 2008

Desvaríos al anochecer

A veces la música me trae extraños recuerdos. No necesariamente imágenes claras, sino sensaciones, algo así como lo que sentía en determinada época de mi vida. Ahora estaba sonando en la radio una canción de Rick Astley y recordé los años ochenta, cuando iba al colegio, en primaria, y la sensación no fue muy agradable, vaya a saber por qué. No lo pasé mal en el colegio, pero si me preguntan, no fue una de mis épocas más gratificantes. Quizá más de un nudo está enredado en el subconsciente de esa manera, sin que uno pueda reconocer por qué se siente extraño ante determinada situación, y lo que ocurre es que la viene arrastrando desde que era muy pequeño, por algún suceso hasta bastante estúpido.

Sonó también Another Day in Paradise, de Phil Collins (antes de que me crucifiquen, es mi padre quien oye esa emisora, no yo. A mí no me molestan los clásicos de los ochenta, ni siquiera esos detestables como los citados, pero de ahí a ponerlos voluntariamente, hay un largo trecho). Ese me trajo recuerdos más claros: navidad de 1989 en Madrid, recién llegados a España. Un ambiente completamente diferente, un barrio al que no estaba acostumbrado, con una vía de tren abandonada que lo atravesaba y marcaba la vida de los niños del lugar. Un invierno que no había sentido nunca, con ausencia de vegetación por la caída de las hojas de los árboles. Frío de un par de grados bajo cero en algunas mañanas. Y ante todo, días cortísimos. La noche era larga y se apoderaba del estado de ánimo. Recuerdo el primer apartamento en el que vivimos, con las luces de las lámparas bajas, que le otorgaban una atmósfera cálida al ambiente, más hogareña. Yo vivía en un sexto piso, y de mi casa se veía un grafitti que decía "Joputa" en uno de los edificios del frente. Los parques que serpenteaban entre los edificios eran de arena, no de césped, y siempre estaban así, fuera verano o invierno. Yo sentía una extraña incomodidad, viendo que aquel mundo era tan distinto al que estaba acostumbrado. La estética de los ochenta aún estaba en todas partes, como en las etiquetas de Nocilla, la versión española de la Nutella, en la que aparecía un niño de peinado con flequillo. Los programas de televisión tenían ese genuino sabor europeo a gala. Rafaella Carrá presentaba un programa de variedades que olía a Eurovisión. Y mi habitación daba a un patio interior donde podías ver cómo se secaban las ropas de todos los vecinos. Algo muy distinto a lo que hasta entonces había vivido en Medellín.

Todo eso me dejó una profunda marca. Los días grises vuelven a traerme esas imágenes lejanas en el tiempo, pero todavía presentes en la memoria. Sé que los años que pasé en España me formaron bastante. Creo que no sería el mismo de haberme quedado en esta ciudad. ¿Oiría la misma música? ¿Me interesarían los cómics y el cine? ¿Habría estudiado ingeniería química como decía cuando era un niño y ni siquiera sabía qué era eso? Nadie lo sabe. Lo que sí sé es que la memoria me sigue pareciendo un mundo extraño. Un cajón de sastre donde se almacenan multitud de impresiones, y de donde salen a veces unas cosas asombrosas si sabes buscar adecuadamente. La materia prima de la creación. No hace falta ser un aventurero, ni tener miles de influencias. La verdad es que si sabes buscar dentro de , encuentras mundos para plasmar en un papel, en una partitura, o en donde creas conveniente.

Un mundo de invenciones y recuerdos, fundidos en uno solo, que se convierte en tu único refugio cuando estás contigo mismo.

jueves, 18 de diciembre de 2008

The Last MixTape

Un poco de todo... Lo que oí hoy, cosas nuevas, clásicos bonitos, lo mismo de siempre... Y siempre faltarán cosas por poner...


MixwitMixwit make a mixtapeMixwit mixtapes

Cierran Mixwit

Pues bueno, no es nada personal, pero cierran Mixwit, el servicio por el que poníamos las mixtapes en nuestros blogs. Una lástima, puesto que era una bonita manera de compartir tus gustos con otras personas, dedicar mixtapes a otras, o simplemente ver cómo tus canciones del momento tomaban cuerpo más o menos real.

No hice tantas mixtapes, en realidad, con este servicio, pero las que hice sí fueron especiales por una u otra razón. A fin de este año desaparecerán y no volverán a existir, como esos viejos cassettes que se pierden en un trasteo. Las canciones seguirán, pero el envase en el que fueron depositadas no.

Seguiremos oyendo música y tal vez encontremos otra forma de compartirla con los demás...

Amor a Primera Vista

Tengo que reconocer que no me gusta la poesía. No es que la odie, ni nada por el estilo, pero no he encontrado muchas cosas que de verdad me toquen, aunque a decir verdad, tampoco he hurgado mucho en el tema. Lo que pongo a continuación es algo que me pareció bonito, un trozo del cual sale en el libro Desencuentros, de Jimmy Liao, el mismo autor de El Sonido de los Colores. El poema es de Wyslawa Szymborska y se llama como este mismo post.


Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,

que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

martes, 16 de diciembre de 2008

Mientras pasa el tiempo...

... y logro actualizar algo concreto, un video de Stereolab. ¡Qué buena banda! Les Yper Sound, en vivo con Jools Holland.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Who am I?

En mi cédula dice José Andrés Gómez.

Pero no soy José...

Joselín
Josele
Josecito
Jose

Pero nunca José. Suena a Don José, el de la tienda de la esquina.

Tengo la extraña costumbre de contar los árboles que hay entre los postes de la luz, y me gusta cuando encuentro que hay cinco. No cuando hay cuatro. U ocho. Ah, y contar los peldaños en las escaleras también es interesante.

Mi récord de películas seguidas vistas de una sola sentada es de 6. Pocas la verdad.

Me gustaría vivir en Islandia una temporada. El clima frío y los paisajes agrestes me atraen sobremanera.

Creo que pocas cosas hay como trasnocharse viendo películas. Poner una película, verla, decidir la siguiente, ver que es de madrugada y quieres seguir... Sentirte sólo y a la vez acompañado de tu propio mundo.

Me gusta cómo suena la palabra procrastination, pero no me gusta su significado, sobre todo porque a veces soy víctima de ella.

Siento fascinación por los objetos mecánicos, por los engranajes, por los juguetes de cuerda, por los relojes de péndulo, por los metrónomos y las cajas de música. Steampunk, que llaman...

Colecciono compulsivamente libretas y bolígrafos, y garabateo cualquier cosa, desde la lista de lo que tengo que hacer hasta mis pensamientos en toda hoja de papel que tenga a mi alcance. Por eso no le mostraría mis cuadernos a nadie.

Me encanta salir a caminar. Cuando era pequeño mi mamá me contaba un cuento sobre un gatito que caminaba y caminaba y caminaba... Y nunca pasaba nada más que el gatito caminando. Quizá por eso me gusta tanto hacerlo ahora.

Me desespera estar oyendo música y tener que cortarla de repente. Prefiero bajarle el volumen poco a poco en un fade para no salirme bruscamente del hechizo.

Últimamente me desconozco, como si estuviera mutando, cual inestable masa gelatinosa de película de serie B. Me sorprende cada día ver algo que no sabía de mí. Será el fin de año... pero no me había dado esto antes. O es que los 31 vienen con nuevo set de facetas personales incluido.

Y tal vez podría seguir contando nimiedades como estas, pero no sé si alguien esté interesado en leerlas. O sea que hasta aquí llego.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Kicking and Screaming

Normalmente las pesadillas no me producen miedo sino más bien emoción. Hace pocas noches tuve un sueño muy extraño que podía catalogarse como pesadilla, sólo que para mí no tuvo nada de aterrador. Habían unos insectos gigantes y babosos por todas partes, bastante monstruosos y bizarros. Casi no podría describirlos porque las imágenes se han borrado un poco, pero pensé que, si bien no era un bonito panorama, sí era lo bastante peculiar como para inspirar algo interesante.

Las pesadillas que sí me dan miedo tienen que ver con mis verdaderos miedos e inseguridades. Las que tocan una fibra sensible que a veces uno incluso creía olvidada. Las que hacen que uno se despierte con un malestar inconsciente, que lo sigue durante el día. ¿Nunca han soñado que se enamoran de alguien en un sueño? ¿De una persona que no han visto en toda su vida, que no conocen, y que sin embargo, al despertar, los tiene suspirando y sintiéndose bien, así esa persona no exista? Bueno, tal vez sí exista, pero eso es harina de otro costal. Pues así me pasó anoche, pero al contrario. No con algo bonito, sino con algo malo. Y hoy desperté sintiendo esa incomodidad, que en el fondo sí tiene una base real.

Y tengo ganas de patearle el culo a más de uno. Pero en verdad debería pateármelo a mí mismo. Por güevón.

Supongo que Surprise You're Dead, de Faith No More sería una elección adecuada como abnda sonora, pero hoy me voy por la tangente... Mercromina, con Un Mundo tan Pequeño.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Probando los nuevos ojos

Con -4.5 dioptrías en el ojo izquierdo y -2.5 en el derecho, más una liberal dosis de astigmatismo, mirarme al espejo sin gafas era ver un borrón. Probarme gafas nuevas, hacer suposiciones basadas en esbozos. Realmente no me veía sin ellas.

Pero ayer lo hice. Por primera vez en muchísimos años me miré al espejo, sin gafas, y me pude ver a mí mismo, claramente. Y fue raro.

Ah, anoche soñé que estaba en un concierto casero de Belle and Sebastian, pero ni eran ellos en realidad ni tocaron ninguna de sus canciones. Igual me sentí contento, aunque no dejé de pensar que hubiera podido ser mejor.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Soooo boring

Encerrado en casa sin poder leer, sin poder ver pelis, sin poder usar mis ojos demasiado, me escapo unos minutos para revisar el correo y oír algo de música en el PC porque todos los equipos de sonido de la casa están dañados y estoy muy aburrido, y nadie me ha venido a visitar ni me ha llamado (bueno, Caro sí...)

¡Llámenme y/o visítenme que me aburro como una ostra!



El video no tiene la mejor calidad pero es para oír, como hago yo, que no puedo ver todavia mucho la pantalla del PC. Ah, es Tram 21, de Electrelane.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

The Life and Times of Scrooge McDuck Companion

No sería raro pensar que un personaje como Tío Rico, Rico McPato, de los cómics de Disney, no diera sino para protagonizar aventuras divertidas en sus historietas. Y en verdad eso no sería poca cosa, porque divertir de manera ejemplar, con historias bien construidas que proporcionen ratos de esparcimiento sin insultar tu inteligencia, ya es de por sí una hazaña notable. Pero en manos de Don Rosa, las aventuras se convierten en algo más. Su Times Life andof Scrooge McDuck es un cómic maravilloso, que además de divertir, recrea el arco de cambio de la personalidad de McPato, desde su Escocia natal, hasta sus años de viejo en Patolandia. Al leer aquellas maravillosas páginas, uno no sólo se entretiene y se ríe, sino que alcanza a percibir ese hálito de humanidad que Rosa sabe insuflar en sus personajes. Sí, es paradójico que se hable de humanidad al hablar de un protagonista emplumado, pero así es. Cada historia se va desarrollando, y casi sin notarlo, McPato va cambiando, se va endureciendo, convirtiéndose en esa especie de William Randolph Hearst patuno. No por nada Rosa hace homenaje a Ciudadano Kane en las páginas del cómic. Esa escena en la que la familia de McPato lo abandona y jura no volver a hablarle, es un momento sobrecogedor. Y descubrir a la madre del Pato Donald, las relaciones familiares entre los personajes que ya conocíamos, una delicia.

Life and Times es una obra maestra, pero su especie de continuación, Life and Times... Companion, no llega hasta allá. Sin embargo, el libro no es, en absoluto, un fracaso. Porque Rosa reconoce de antemano que el libro es algo así como un cajón de sastre, con historias paralelas, otras que no llegaron a pasar en el primer volumen y otras que simplemente se salen del tono mantenido en su antecesor. El libro, menos ambicioso en sus objetivos, sigue funcionando como un gran libro de aventuras, pero aún entre esos pasajes divertidos, se alcanza a percibir de nuevo esa humanidad. Los episodios relativos a su período como buscador de oro en White Agony Creek, junto a su amor Goldie O'Gilt, recrean esa relación imposible de una manera delicada, sin dejar por ello de entretener. Resulta asombroso también observar cómo Rosa se salió con la suya introduciendo algunos detalles que los puritanos de la Disney, o no supieron ver, o sencillamente encontraron tan bien puestos que decidieron dejarlos. ¡Y es que en el cómic realmente se hacen alusiones sexuales entre McPato y Goldie!

Sin ser la obra maestra que el volumen original era, este volumen es una gran adición a una buena colección de cómics, y divierte de principio a fin, dando de paso aún más puntadas sobre un pasado repleto no sólo de aventuras, sino de hechos personales que vale la pena contar y leer.

martes, 2 de diciembre de 2008

Goodbye my old friends

Cuando tenía 13 años me pusieron mi primer par de gafas. Si veo ahora las fotos me pregunto cómo pude aceptar unas tan grandes. Creo que no eran apropiadas para el tamaño de la cara de un niño. Luego tuve unas de metal, delgadas. Luego unas redondas, estilo John Lennon, pero como además de miopía tengo astigmatismo, los lentes se giraban con frecuencia y poco a poco iba viendo peor. Luego tuve unas de pasta, muy parecidas a las que tengo ahora. Finalmente las que tengo ahora, que debí haber cambiado hace más de un año. Y seguramente se me quedan algunas olvidadas.

Han sido casi veinte años de ver el mundo a través de unos lentes. La miopía fue creciendo, los lentes se hicieron más gruesos. Como siempre me ha gustado leer mucho, llegué a asociar a la gente que usa gafas con gente parecida a mí, con gustos similares. Por eso me atraen tanto las niñas con gafas, aunque la relación ya no esté clara. Ahora simplemente me parecen atractivas así.

Siempre quise hacer una serie de fotografías titulada "Cómo veo el mundo", y sería simplemente una serie de fotos, sin importar qué, desenfocadas, para que la gente viera como veo. Nunca lo hice. Y supongo que en unos días sólo será un concepto más. Porque con un simple corte de córnea, y unos segundos de un láser, mis ojos quedarán moldeados para ver de otra forma.

Las echaré de menos. Siempre quise tener una colección de gafas, una para cada día de la semana. Pero han llegado a ser un dolor de cabeza, literalmente. Han cambiado mi manera de ser, por extraño que parezca. Y ya es hora de ser otro, de no vivir con sueño, y con los ojos entrecerrados para enfocar correctamente.

En verdad con las gafas se irá una pequeña parte de mí. Pero así es la vida. Cada día cambiamos un poco. Y algunos días un poco más.

lunes, 1 de diciembre de 2008