lunes, 15 de diciembre de 2008

Who am I?

En mi cédula dice José Andrés Gómez.

Pero no soy José...

Joselín
Josele
Josecito
Jose

Pero nunca José. Suena a Don José, el de la tienda de la esquina.

Tengo la extraña costumbre de contar los árboles que hay entre los postes de la luz, y me gusta cuando encuentro que hay cinco. No cuando hay cuatro. U ocho. Ah, y contar los peldaños en las escaleras también es interesante.

Mi récord de películas seguidas vistas de una sola sentada es de 6. Pocas la verdad.

Me gustaría vivir en Islandia una temporada. El clima frío y los paisajes agrestes me atraen sobremanera.

Creo que pocas cosas hay como trasnocharse viendo películas. Poner una película, verla, decidir la siguiente, ver que es de madrugada y quieres seguir... Sentirte sólo y a la vez acompañado de tu propio mundo.

Me gusta cómo suena la palabra procrastination, pero no me gusta su significado, sobre todo porque a veces soy víctima de ella.

Siento fascinación por los objetos mecánicos, por los engranajes, por los juguetes de cuerda, por los relojes de péndulo, por los metrónomos y las cajas de música. Steampunk, que llaman...

Colecciono compulsivamente libretas y bolígrafos, y garabateo cualquier cosa, desde la lista de lo que tengo que hacer hasta mis pensamientos en toda hoja de papel que tenga a mi alcance. Por eso no le mostraría mis cuadernos a nadie.

Me encanta salir a caminar. Cuando era pequeño mi mamá me contaba un cuento sobre un gatito que caminaba y caminaba y caminaba... Y nunca pasaba nada más que el gatito caminando. Quizá por eso me gusta tanto hacerlo ahora.

Me desespera estar oyendo música y tener que cortarla de repente. Prefiero bajarle el volumen poco a poco en un fade para no salirme bruscamente del hechizo.

Últimamente me desconozco, como si estuviera mutando, cual inestable masa gelatinosa de película de serie B. Me sorprende cada día ver algo que no sabía de mí. Será el fin de año... pero no me había dado esto antes. O es que los 31 vienen con nuevo set de facetas personales incluido.

Y tal vez podría seguir contando nimiedades como estas, pero no sé si alguien esté interesado en leerlas. O sea que hasta aquí llego.

No hay comentarios: