miércoles, 7 de enero de 2009

Los mejores del 2008

Normalmente, al acabarse el año, se hacen listas de lo mejor del año. Esta no es una de esas, por la sencilla razón de que no oí todos los discos del 2008, y ni siquiera una gran cantidad de ellos. Como no me gusta hablar sin conocimiento de causa, iba a hacer una lista de lo que más me había gustado el año pasado. Finalmente decidí hacer, no la lista de lo mejor del 2008, sino la de lo que oí en el 2008 y que fue hecho en ese mismo año y me gustó mucho. ¿Enredado? Disculpen, las huellas del insomnio todavía no desaparecen del todo. Igual, ahí van algunos de los discos del 2008 que más me gustaron, sin un orden particular.

Ratatat - "LP/3"

Música experimental, con toques bailongos, psicodélicos y guitarreros, Ratatat compone un disco sumamente interesante, que intriga al oyente sin por ello abandonarlo en un marasmo de incomprensibilidad. Equilibrado en ese sentido, es además un disco bastante divertido.

Stereolab - "Chemical Chords"

¿A qué suena este disco? Simple y llanamente, a Stereolab. No hay un cambio de sonido radical, aunque eso no significa más de lo mismo. ¿Podría decirse eso de un grupo que ha hecho del collage sonoro y la experimentación su lema? Abstracción sonora dentro de cánones pop, Chemical Chords demuestra que el easy listening también puede ser desafiante. O tal vez al contrario.

Lykke Li - "Youth Novels"

El disco debut de esta sueca se enmarca dentro del pop escandinavo, pero a diferencia de otros grupos del mismo género, Lykke Li sabe sortear las trampas de un pop acaramelado, e introduce temas con garra suficiente como para querer bailarlos, algo de oscuridad y mucha variedad que hace la escucha algo más que una experiencia narcótica. No, aquí hay un poco de todo, sin que por ello se noten las costuras.

M83 - "Saturdays = Youth"

A medio camino entre el shoegaze y el dreampop, sin llegar al exceso de ruido ni de ternura, el último disco de M83 bebe influencias de los ochenta, sin convertirse en un pastiche revival-ista. Invocando a los personajes de las películas de John Hughes, pero atrapados en un verdadero y no tan cinematográfico teen angst (sólo hay que ver la portada para pensar en un The Breakfast Club pasado por el tamiz Donnie Darko), las canciones son etéreas, optimistas dentro de la pesadez de la adolescencia, oscuras y ante todo, preciosas.

Nick Cave and The Bad Seeds - "Dig, Lazarus, Dig"

Dolor, redención, parajes bíblicos, oscuridad y rocanrol del mejor es lo que nos ofrece Nick Cave en este disco denso y suntuoso, de guitarras y órganos, botas vaqueras y polvoriento hasta la conciencia. ¿Hace falta decir más?

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